La imagen corporativa de una empresa es fundamental, ya que representa la percepción que el público tiene de la entidad. Se refiere a las ideas, sensaciones y prejuicios que se forman antes de conocer los productos o servicios que ofrece una marca.
Es importante diferenciar la imagen corporativa de la identidad visual de una marca. Mientras que la identidad visual se refiere a elementos como el logotipo, papelería y diseño de la página web, la imagen corporativa trasciende el aspecto visual. Se basa en conceptos y posicionamiento, y el diseño visual corporativo debe ayudar a transmitir lo que la empresa desea proyectar.
La imagen corporativa tiene un papel crucial para cualquier empresa en la actualidad, ya que internet ha brindado a los consumidores acceso a múltiples opciones. En este contexto, contar con una imagen corporativa sólida es indispensable para destacar en el mercado.
Una imagen corporativa bien construida y coherente aporta diversos beneficios a una marca, como:
En resumen, la imagen corporativa no solo influye en la percepción del público y en la fidelidad de los clientes, sino que también fortalece la confianza interna y proyecta una imagen profesional y diferenciada en el mercado. Por tanto, es esencial dedicar tiempo y recursos para desarrollar y mantener una imagen corporativa sólida y coherente con los valores de la empresa.